miércoles, 10 de octubre de 2007

Período de Organización de la República

CHILE 1831 – 1861
Época de la Organización Nacional
Gobierno de José Joaquín Prieto (1831-1841)



Durante su gobierno, José Joaquín Prieto destinó sus esfuerzos a evitar los pronunciamientos de la década anterior y establecer una institucionalidad sólida. En el plano económico fomentó el comercio exterior a través de la disminución de los impuestos, al tiempo que la influencia intelectual europea se hacía presente.

Obras del gobierno de Prieto
Durante los 10 años que duró el gobierno de Prieto, se realizó un programa de organización y transformación del país.En educación y salud ejecutó profundas reformas, como en el Instituto Nacional, donde modificó completamente la planta y organización interna, contratando a los extranjeros Claudio Gay y Andrés Bello.
Con el apoyo de Joaquín Tocornal, se fundó en 1833 la primera Escuela de Medicina y Obstetricia, además de las juntas de beneficencia y salud pública.
En economía, destacó la labor del ministro de Hacienda, Manuel Rengifo. Para el fomento agrario, se fundó la Sociedad Nacional de Agricultura y, en 1837, se creó el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública.

La guerra contra la Confederación (1836-1839)

El mayor desafío que enfrentó Prieto fue el peligroso intento del mariscal boliviano Andrés Santa Cruz de reunificar bajo su control los antiguos territorios del imperio incásico (repartidos, tras la Independencia, entre Ecuador, Perú, Bolivia, norte de Chile y noroeste de Argentina), y la negativa peruana de asumir el pago de la deuda que ese Estado mantenía con Chile.
Con el objetivo de reunificar los territorios incásicos, Santa Cruz intervino en la política peruana, proclamó la formación de la Confederación Perú-boliviana, de la que se declaró Protector, y fomentó las conspiraciones contra Diego Portales.
Portales pasó a la ofensiva; ordenó al marino español Victorino Garrido que perpetrara un ataque contra la escuadra peruana fondeada en Callao. El gobierno chileno envió a Mariano Egaña a exigir a Santa Cruz la solución de los temas económicos pendientes y la disolución de la Confederación Perú-boliviana, entre otras cosas. Como el Presidente boliviano rehusó, Egaña dio por declarada la guerra, el 28 de diciembre de 1836. El conflicto duró tres años, culminando con la batalla de Yungay (20 de enero de 1839).



Gobierno de Manuel Bulnes (1841-1851)


Una vez fortalecida la institucionalidad y la economía, el Presidente Bulnes se encargó de la soberanía en los extremos de nuestro país. Al norte, inversionistas del salitre ocuparon la zona. Al sur, la construcción del Fuerte Bulnes en Magallanes fue el primer paso. En su gobierno, además, se formaron las primeras sociedades intelectuales.

Fue Presidente de la República entre 1841 y 1851. Hasta octubre de 1863 conservó la jefatura del Ejército del Sur, y luego ocupó los cargos de senador y consejero de Estado. Falleció el 18 de octubre de 1866.

Ampliación de la soberanía

Según la Constitución de 1833, el territorio chileno se extendía entre el desierto de Atacama y el Cabo de Hornos. Sin embargo, la zona ocupada se iniciaba en La Serena y terminaba en Concepción, con algunos enclaves mineros en Copiapó y los poblados de Valdivia y Chiloé.
Para asegurar la soberanía en el Estrecho de Magallanes y ante la posibilidad de que Francia o Inglaterra se apoderaran de esta ruta, en 1843 el Presidente mandó construir el Fuerte Bulnes, donde en 1849 se fundó la ciudad de Punta Arenas. En 1856, se firmó un tratado con Argentina, que reclamó por estas fundaciones, en el que se confirmaron los límites territoriales establecidos por ambos países en 1810.
En el desierto de Atacama, al sur del río Loa, se formó una sociedad de inversionistas chilenos y extranjeros para explotar el salitre y el guano de la costa. En 1847, Bolivia intervino militarmente, argumentando la propiedad de la zona. Bulnes respondió enviando un barco de guerra, que ocupó Mejillones. Durante los siguientes 20 años, Bolivia siguió reclamando por la zona; la situación se resolvería con la Guerra del Pacífico.

Sociedades intelectuales

Durante el gobierno de Bulnes también floreció la actividad artística, sobre todo en el área de la literatura. En 1842 surgía la Sociedad Literaria, integrada por estudiantes del Instituto Nacional, alumnos de Andrés Bello y presidida por Francisco Bilbao.
El propio Bilbao fundaría, en 1850, junto a Santiago Arcos, la Sociedad de la Igualdad, de un carácter más social al incorporar también a artesanos. Bajo la influencia de la Revolución Francesa de 1848, estos románticos y liberales defendían los principios de la soberanía popular, la razón y la fraternidad moral y se oponían al régimen de los últimos 20 años.

Posesión del Estrecho de Magallanes

La administración de Bulnes extendió la dominación de Chile al extremo sur del Pacífico, con la toma de posesión del Estrecho de Magallanes. Esta situación se debe a que en Europa se estaba dando importancia a tales regiones, y comenzaron a interesarse Francia e Inglaterra para fundar allí algunas colonias.
En 1843 la goleta "Ancud" salía de Chiloé para establecer el "Fuerte Bulnes" y en él izar la bandera de Chile Pocos años después (1847), la fundación de la ciudad de Punta Arenas completaba la obra.
Del mismo modo, Valdivia y Llanquihue permanecían despobladas. La colonización extranjera estuvo a cargo de Bernardo Philippi, llegando los primeros colonos, trabajadores alemanes que fueron a establecerse en la región del río Valdivia. A su vez comenzó la sobrevaloración del suelo debido a la explotación de oro en California. La exportación de trigo, que creció en grandes proporciones, los valorizó extraordinariamente y estimuló en el país el cultivo de muchas tierras, acrecentando la riqueza nacional.
En 1842, se crearon la Quinta Normal de Agricultura y el cuerpo de Ingenieros de caminos, puentes y calzadas.
El 27 de octubre del año 1842, se promulgó la ley que dio vida a la provincia de Valparaíso, y el 31 de diciembre de 1943, la que originó la provincia de Atacama.
Se organizó la Oficina de Estadística y en 1843 se realizó el segundo censo nacional de la República.
En 1844, se decretó la ley de Régimen Interior y se instauraron las formalidades para matrimonios entre no católicos.
En 1845, se fundó la Escuela de Náutica de Valparaíso, que fue disuelta dos años más tarde. No obstante, ésta se reabrió en 1848, iniciando sus actividades como Escuela Naval.
El 18 de enero de 1842, se promulgó la ley que creó la Escuela Normal de Preceptores. Su primer director fue Domingo Sarmiento, autor del primer silabario, en 1845. Durante su dirección, se instauró un plan de estudios y se agregaron las siguientes asignaturas: latín, gramática castellana, francés, inglés, matemáticas, religión, cosmografía, geografía, historia, literatura y filosofía.
Relevante fue para la educación y para el país, la ley de 19 de noviembre de 1842 que creó la Universidad de Chile.
Durante el periodo que transcurrió entre el 11 de septiembre de 1844 y el 5 de marzo de 1845, la presidencia estuvo en manos del vicepresidente y ministro del Interior, Ramón Luis Irarrázaval Alcalde, a raíz de los problemas de salud que aquejaron al Presidente Bulnes.
Bajo su gobierno, se fundó la Penitenciaría de Santiago (1846), se reformaron los cuerpos policiales y se aumentó su dotación. Se abrieron nuevos caminos y canales de regadío, mediante la cooperación fiscal. Se mejoró y regularizó el servicio de correos, tanto el interno como el externo. La higiene y la beneficencia pública recibieron también nuevo impulso.
En cuanto a las relaciones internacionales, el gobierno del general Bulnes estrechó lazos con todos los países americanos. Se produjo un acercamiento entre las cancillerías chilena y peruana, y comenzaron en esa época los problemas de límites con Bolivia y Argentina. Sin embargo, lo más trascendente fue la celebración de un tratado con España la cual otorgaba el reconocimiento de la independencia en 1844. Esto trajo como consecuencia que el intercambio comercial adquiriera mayor volumen.
La Iglesia y el EstadoEn 1840 se había establecido el arzobispado de Santiago, con su primer representante, Manuel Vicuña, y al mismo tiempo habían surgido los obispados de La Serena y Ancud. Sin embargo, el desarrollo de la cultura y la afluencia de extranjeros protestantes, introdujeron ideas contrarias a la religión del Estado, llegando al punto que "El Mercurio" de Valparaíso se atrevió a hablar de tolerancia religiosa. Esto produjo gran escándalo, y entonces fue fundada en Santiago, bajo la protección del arzobispado, "La Revista Católica" (1843), para atender a la defensa de la Iglesia. Otros hechos importantes lo constatan la ley sobre matrimonio de disidentes, que liberó a los no católicos de la obligación de celebrar nupcias de acuerdo con los ritos de este credo; la ley sobre el patronato civil, que concedió al Ejecutivo competencia sobre los curas párrocos para vigilar el cumplimiento de sus deberes, y por último, la ley sobre profesión religiosa, que exigió la edad de veinticinco años como mínimo para ordenarse sacerdote.

Revolución de 1851

La revolución de 1851 estalló en las ciudades de La Serena y Concepción. Este movimiento armado iba dirigido en contra del excesivo autoritarismo y centralismo del gobierno, y a favor de una ampliación de la libertad electoral. Los actos revolucionarios fueron aplastados por las fuerzas del gobierno y, con el fin de evitar nuevos problemas, la mayoría del Congreso aprobó prorrogar por catorce meses más una ley de facultades extraordinarias, lo que dio al presidente Montt amplios poderes políticos. La importancia de esta revolución está en que fue la última sublevación de las provincias que puso en duda el poder de Santiago para centralizar la vida política y administrativa del país. A partir de entonces, no se volverán a producir movimientos de importancia en este sentido, marcando el predominio del centro del país sobre las demás partes del territorio.

Gobierno de Manuel Montt (1851-1861)


Bajo su gobierno, más de tres mil alemanes llegaron a colonizar el sur del país, se redactó el Código Civil y se dio inició a la actividad financiera, con la creación de la Caja de Crédito Hipotecario y el Banco de Valparaíso.

La colonización alemana

Vicente Pérez Rosales

En 1845 se promulgó la primera Ley de Colonización, para incentivar el poblamiento del territorio, que hasta entonces solo estaba ocupado entre Copiapó y Concepción (por población no indígena).
En 1846, llegó un grupo reducido de alemanes que se estableció cerca de La Unión.
Vicente Pérez Rosales fue nombrado agente de colonización en Valdivia, adonde llegó en 1850. Su misión era entregar tierras, ganado, herramientas, alimentos y materiales a los colonos. Entre 1850 y 1855, fue intendente de los territorios de colonización.
En 1851, arribó un grupo mayor de alemanes, que se estableció en isla Teja.
De a poco, Pérez Rosales logró extender el poblamiento hasta el lago Llanquihue.
En 1853, fundó Melipulli, que después se llamó Puerto Montt. En 1854 se fundó Puerto Varas.
Así, los colonos alemanes se instalaron en Osorno, Puerto Octay, Puerto Varas, Frutillar, La Unión y Río Bueno.
Entre 1851 y 1860, llegaron más de tres mil alemanes a esta zona.

Revolución de 1859

La Fusión Liberal-Conservadora ejerció una fuerte oposición, en especial ante la posibilidad de que Antonio Varas, principal ministro de Montt, fuera electo presidente.
El gobierno de Montt respondió con el estado de sitio, clausuró diarios y decretó varios destierros. La confrontación se volvió armada. En enero de 1859, la revuelta se extendió por todo el país, pero fue controlada con rapidez.
El último reducto revolucionario fue el de Copiapó, liderado por Pedro León Gallo. Este rico minero formó un ejército de más de mil hombres, que venció a las tropas del gobierno y ocupó La Serena. Pero en abril de 1859 fue derrotado por la división del general Juan Vidaurre Leal y la revolución finalizó.

El Código Civil

En 1855, el Congreso aprobó el Código Civil redactado por Andrés Bello, ilustre jurista y primer rector de la Universidad de Chile (1842-1865), de origen venezolano, pero nacionalizado chileno en 1832.
Este código se basaba en los principios del Derecho Romano, en el Código de Napoleón y en las antiguas leyes españolas, adaptados a la realidad política, social y económica del país en esa época.
Otra importante reforma legislativa fue la abolición de los mayorazgos (conjunto de bienes que se reservaba para el hijo mayor, con exclusión de los otros). Esto fue resuelto con leyes de 1852 y 1857.

Nace el sistema financiero

Durante el gobierno de Montt se crearon varias instituciones y normas que permitieron el nacimiento del sistema financiero.En 1855, una ley permitió la creación de la Caja de Crédito Hipotecario, para fomentar la agricultura mediante la entrega de préstamos a largo plazo. La misma ley autorizó la creación de sociedades anónimas para este fin, gracias a lo cual surgieron los bancos hipotecarios.
También en 1855, empezó a funcionar el primer banco autorizado legalmente, el Banco de Valparaíso. En 1859, se fundó el Banco de Chile.
En 1856, surgió la primera compañía de seguros.
En 1860, se dictó la ley de bancos de emisión, que permitió emitir papel moneda, sin control estatal, hasta por el 150% de las reservas de capital de cada banco.
En 1861, se creó por ley la Caja de Ahorros (1861), que era estatal. Los fondos debían ser invertidos en bonos de la Caja de Crédito Hipotecario, en billetes de la deuda nacional o prestarse con garantías.

Nuevos partidos

En 1856, se produjo la llamada “cuestión del sacristán”, que sucedió cuando la Corte Suprema revocó una decisión del arzobispo Rafael Valentín Valdivieso. Aunque la situación se resolvió, el asunto provocó una profunda discusión respecto a la influencia de la Iglesia en el Estado y la sociedad.
El Partido Conservador o pelucón, como se conocía al antiguo partido de gobierno, se dividió. Quienes deseaban terminar con el autoritarismo presidencial y eran más cercanos al clero, eran los conservadores reaccionarios o ultramontanos, mientras que, los defensores de la autoridad y el predominio del Estado sobre la Iglesia y partidarios del gobierno, formaron el Partido Nacional o monttvarista.
En 1858, se formó la Fusión Liberal-Conservadora, integrada por conservadores y liberales radicales. Se oponían al gobierno de Montt y al autoritarismo presidencial y defendían las libertades públicas que no fuesen contra la religión católica.

Revolución de 1859

Las consecuencias del motín del 20 de abril de 1851 y de la revolución de 1851, no provocaron la extinción de las ideas liberales que tomaron nuevas energías con el regreso del exilio de sus principales líderes. En 1857, un grupo del peluconismo se escindió del partido de gobierno y se unió a la oposición. Poco después se constituyó la Fusión Liberal-Conservadora. Sin embargo, no todos los liberales aceptaron la Fusión, que desarrolló su acción política sin salirse de los marcos constitucionales de 1833. En las elecciones parlamentarias de 1858, varios liberales más radicalizados como Ángel Custodio Gallo, Tomás Gallo y Manuel Antonio Matta obtuvieron un lugar en la Cámara de Diputados. Poco después, apareció el periódico La Asamblea Constituyente que, con el apoyo de José Victorino Lastarria e Isidoro Errázuriz, se convirtió en el más ferviente vocero de la oposición a Manuel Montt. En este contexto, la crisis económica de 1858 trajo consecuencias inevitables. A principios de 1859, en Copiapó, centro de la riqueza minera de la época, se produjo un levantamiento revolucionario acaudillado por el rico empresario minero Pedro León Gallo, secundado por los hermanos Guillermo y Manuel Antonio Matta. La oposición liberal-conservadora apoyó inicialmente con entusiasmo la revolución. Pero el triunfo de Gallo en la batalla de Los Loros y su avance victorioso hacia Santiago, junto a sus ideas demasiado avanzadas en lo político y en lo religioso –su movimiento era notoriamente anticlerical-, llevó a los miembros de la fusión a considerar a los revolucionarios de Copiapó más peligrosos que Montt. Así, considerando que al presidente le quedaban solo dos años de gobierno y que la Fusión impondría su supremacía en la designación del reemplazante, prefirieron unir sus fuerzas al gobierno, para enfrentar a un enemigo que era abiertamente ajeno a las elites políticas dominantes. Esto determinó que el movimiento revolucionario fuera derrotado militar y políticamente, por lo cual, Gallo debió huir a Argentina. No obstante, sobre la simiente diseminada por Gallo, surgió el Partido Radical, que agrupó al liberalismo radicalizado, a los grupos sociales vinculados al artesanado, a los mineros, y al anticlericalismo. Sus propuestas fundamentales se dieron en torno a una reforma constitucional, educación estatal, descentralización administrativa y libertad absoluta de sufragio.

martes, 11 de septiembre de 2007

Diego Portales I

http://www.youtube.com/watch?v=maUBeYT_VTk

lunes, 4 de junio de 2007



Situación Interna

antes de la Independencia


A continuación te contamos la situación de Chile antes de 1810, (cuando eramos colonia).
Durante los últimos años del siglo XVIII y los primeros del siglo XIX, se comenzó a gestar en el reino de Chile un sentimiento de descontento frente a las políticas de las autoridades españolas.


Economía:


Se produjo un deterioro en la economía chilena, provocada por las alzas de impuestos y creación de monopolios. El comercio estaba controlado por el Imperio español, y Chile sólo podía vender y comprar productos con su autorización, además de tener que pagarle impuestos. Estos hechos repercutieron sobre la agrícultura, minería, artesanía industrial, y sobre el comercio, ya que éste tuvo que soportar una verdadera inundación de productos importados.


Político


La centralización administrativa aplicada por los reyes Borbones de España en el siglo XVIII , limitó a los criollos al puesto buracrático, esto generó una pérdida de poder político de este sector de la sociedad.
Muchos medidades de interes general o particular tanto en lo político como judicial, debían ser aprobadas en España.
Esta realidad terminó cansando a los criollos, (personas nacidas en América, y que eran hijos de los europeos que habían llegado al Nuevo Continente). Los criollos, amaban esta tierra, y deseaban gobernarla en forma libre.
Querían más libertad para comerciar y así obtener ganancias para el país, y pagar menos impuestos. También, anhelaban participar en el gobierno, tener leyes que fueran más adecuadas a la realidad de Chile, y mayor libertad para expresar sus ideas, mejorar la enseñanza, etcétera.



Influencias del extranjero


La Independencia de Estados Unidos

- Revolución Francesa, sus ideas emancipadoras fueron captadas y traídas por los criollos que eran enviados a estudiar a Europa.

- Influencia del pensamiento ilustrado. Los principios básicos de la Ilustración, como la lucha por la libertad y por el gobierno representativo, eran conocidos y acogidos por los criollos.


Situación en España

En 1808, Napolén invadió España y obligó al rey Fernando VII renunciar a su trono. Con el objetivo de devolver la corona al rey y luchar por la reconquista de su territorio, los españoles organizaron las famosas "Juntas de Gobierno", la cual ellos ejercerían el poder hasta que el rey fuera dejado en libertad.

El momento que vivía España tuvo repercusión en el continente americano, sobre todo en Chile.
La crisis de España se juntó al malestar existente en el territorio chileno por la mala administración ejercida por el gobernador Francisco Antonio García Carrasco, quien no quiso emprender ningún cambio.

La presión era tan grande, que el gobernador tuvo que renunciar y la Real Audiencia designó en su lugar a don Mateo de Toro y Zambrano, el militar de más alta graduación en el reino.

En Chile, al igual que en otros puntos de América hispana, los criollos se dieron a la tarea de formar una Junta que gobernara en nombre de Fernando VII. Solicitaron al gobernador interino la realización de un Cabildo Abierto, que fue convocado para el 18 de septiembre de 1810.



El Cabildo y la Creación

de la Primera Junta de Gobierno


Debido a que la organización de este evento fue asumida directamente por los criollos, la mayoría de los 450 asistentes a la asamblea estuvo compuesta por personas afines a las ideas que proclamaban la conveniencia de formar una Junta de Gobierno. Con la finalidad de evitar alteraciones que pudiesen provocar durante el Cabildo los miembros más exaltados del bando realista, los patriotas organizaron patrullas armadas, que ya el día 17 controlaron la ciudad.
El gobernador Toro y Zambrano, al día siguiente, abrió la sesión y renunció a su cargo. A continuación, su secretario, José Gregorio Argomedo, ratificó la decisión del conde y solicitó al Cabildo que se discutieran los pasos a seguir.


Posteriormente se dirigió a la asamblea el procurador del Cabildo, José Miguel Infante; éste manifestó que lo más conveniente para el país y para los intereses del rey Fernando era la creación de una Junta de Gobierno.


La propuesta fue aceptada por aclamación de la gran mayoría de los asistentes al Cabildo, bajo la consigna de "¡Junta queremos!".

Inmediatamente se designó a los miembros de la primera Junta Nacional de Gobierno.

Ella quedó constituida por las siguientes personas:

Fue nombrado presidente de la junta don Mateo de Toro y Zambrano, hombre provecto de 82 años, quien fue último gobernador realista en Chile. En realidad, se dice que aceptó ser presidente de esta junta peninsular-criolla, para evitar posibles acciones violentas que se engendrarían en un futuro poco claro. Los otros integrantes fueron: vicepresidente el obispo José Martínez de Aldunate; nombrados como vocales Fernando Márquez de la Plata, Juan Martínez de Rozas, Ignacio de la Carrera, Juan Enrique Rosales y Francisco Javier de Reina; y dos secretarios, Gaspar Marín y Gregorio Argomedo.


La Patria Vieja (1810 - 1814)




El movimiento revolucionario suscitado en la Capitanía General de Chile sigue un desarrollo casi del todo semejante al de las otras regiones de América. Desde el triunfo del autonomismo en el Cabildo abierto del 18 de Septiembre de 1810, se camina con pretensiones cada vez más separatistas, abortadas, éstas, sin embargoy, aunque temporalmente, en la batalla de Rancagua en 1814.Se conoce a éste período con el nombre de Patria Vieja. En su transcurso, por efecto de haberse experimentado en el gobierno autónomo, prende el sentimiento emancipador en el grupo criollo con aspiraciones políticas, a la vez que hace suyo el ideal republicano.
Cuando acontecían los hechos originarios de la crisis monárquica, gobernaba el Reino de Chile, en forma interina, don Antonio García Carrasco. Su falta de habilidad política e imprudencia le enajenaron la voluntad de la Real Audiencia primero y del Cabildo de Santiago enseguida. Medidas tan autoritarias como el apresamiento de tres patricios, Juan A. Ovalle, José A. de Rojas y Bernardo de Vera y Pintado, llevaron a la aristocracia santiaguina a exigir su renuncia el 16 de agosto de 1810. Lo reemplazó don Mateo de Toro y Zambrano, Conde de la Conquista, anciano ya, sujeto a toda suerte de influencias, quien convocó a un Cabildo abierto al pueblo de Santiago para resolver en vista de la difícil situación que se vivía.
En el cabildo triunfa la tendencia partidaria del gobierno autónomo, frente a los escasos partidarios de la sujeción al Consejo de Regencia. Se crea entonces, una Junta de Gobierno. Esta se declaró fiel a Fernando VII y tomó medidas efectivas:- Organizó las primeras milicias para defender el reino.- Decretó la libertad de comercio con naciones aliadas de España y neutrales.- También a objeto de contar con la representación de todo el reino, convocó a un Congreso Nacional.Todos estos actos responden a un justo ejercicio del derecho, fundado en el uso legítimo de la soberanía, que ha revertido al pueblo.
Pero, hacia fines de 1810, la ideología claramente revolucionaria se hace presente con la llegada del fraile de la buena muerte, Camilo Henríquez. Inspirado en la filosofía de la ilustración, en la ideas del Contrato Social de Rosseau, en el ejemplo de los Estados Unidos, postula la separación. Su pensamiento lo da a conocer en la famosa Proclama de Quirino Lemáchez, aparecida en enero de 1811. En ella se aboga desembozadamente por la independencia.El Primer Congreso NacionalEl 4 de julio de 1811, se instaló el Congreso Nacional. Predominan los patriotas moderados, esto es, quienes desean reformas sin romper con la metrópolis. El grupo conceptuado de exaltados, de pretensiones separatistas, quedaba en franca minoría. Como medidas tomadas por el Congreso se anotan:- Creación de la Provincia de Coquimbo.- Ley de libertad de vientres, por la cual se declaraba libres a los hijos de esclavos nacidos en el territorio y se prohibía el tráfico de negros en el país.- Supresión de derechos parroquiales.- Envío de Francisco Antonio Pinto como agente diplomático ante la Junta de Buenos Aires.
La actitud moderada de los congresales fue aprovechada por José Miguel Carrera, llegado a Valparaíso en febrero de 1811, quien traía pretensiones de darle al movimiento un cariz más avanzado. Por sucesivos golpes de fuerza (Oct., Nov. y Dic. de 1811), apoyado por elementos exaltados, logró clausurar el Congreso y establecer un gobierno personal.Gobierno de José Miguel Carrera (1811- 1813)Carrera ejecutó varios actos tendientes a conseguir un gobierno independiente. Adquirió una imprenta. Con ella Camilo Henríquez editó La Aurora de Chile, primer periódico nacional. Tenía como objetivo principal popularizar el pensamiento de Carrera: La independencia Absoluta. Allí se ataca a España, se elogia a Estados Unidos; se niega el origen divino de los reyes y se proclama la soberanía popular.Carrera dicta el Reglamento Constitucional de 1812. En éste se reconoce a Fernando VII, pero sólo de manera nominal. El propio Reglamento, el carácter de Cónsul de Estados Unidos, asignado a J. Robert Poinsett y la creación de una bandera y escarapela nacional, son indicios de que Carrera quería el derecho del pueblo de Chile a gobernarse por sí mismo.La orientación separatista de Chile motivó el envío de una expedición militar por el virrey Abascal. El general Antonio Pareja desembarcó en marzo de 1813 en Chiloé; desde ese punto avanzó hacia el norte, engrosando sus filas con efectivos de Valdivia y otros lugares del territorio. Con unos 2.000 soldados tomó la ciudad de Concepción, haciéndose fuerte en la región militar de Chile.
La defensa del país la dirigió el mismo Carrera, quien dejo a una Junta (1813) a cargo del gobierno. El enfrentamiento de los ejércitos del virrey y de los criollos inicia las llamadas ‘Guerras de independencia’, las que, atendiendo a los componentes que integran los contingentes cabe, con propiedad, calificarlas de guerras civiles.Tras un paréntesis en la lucha armada, causado por la firma del Tratado de Lircay (mayo de 1814) por el cual las cosas se retrotraen al año 1810, con reconocimiento de Fernando VII por los criollos y del gobierno existente en ese momento en Chile por peninsulares, se reinicia la guerra, la que finaliza en su primera parte con el triunfo realista en la batalla de Rancagua (octubre de 1814).Rancagua pone término a la Patria Vieja e inicia el período histórico llamado Reconquista Española.


La Reconquista Española o Restauración (1814 - 1817)




Características del períodoEl segundo gran momento del proceso emancipador se inicia en 1814 con el retorno de Fernando VII al trono español. Es la segunda coyuntura histórica, configuradora de la política de restauración y pacificación emprendida por la corona española en América y que, en Chile, se prolonga hasta el año 1817. Su desenlace será la propagación de la rebelión desde el Río de la Plata, única región insurrecta entonces, y la difusión en el pueblo de sentimientos separatistas, todo lo cual termina por afianzar la independencia.Tradicionalmente a este período se le denomina Reconquista Española. Como tal concepto encierra error, es preferible llamarlo Restauración, por la conexión existente entre los acontecimientos ocurridos en América y Europa y, sobre todo, porque se trata de una vuelta a la dominación española.
No es, en suma, una re-conquista, un volver a conquistar un territorio que, como se sabe, tuvo lugar en el siglo XVI al someterse a la población aborigen.Libre España de los ejércitos franceses y vuelto Fernando VII como Rey absoluto, en la Metrópoli se plantea el hecho americano. Se lo interpreta como un apéndice de los movimientos liberales europeos, hijo de la Revolución Francesa y se tiene a los súbditos indianos en el concepto de rebeldes y sediciosos.
En mayo de 1814, por un manifiesto dirigido a los americanos, invitase a éstos a deponer su actitud de rebeldía y a someterse al Rey. Se quiere volver a la situación política anterior a 1810, con desconocimiento de lo obrado mientras el monarca estuvo ausente. Apoyan en América esta política parte del clero. comerciantes monopolistas y la burocracia virreinal, partidarios del fidelismo, sostenedores de la unidad de la monarquía.Las pretensiones de Fernando se apoyan luego en la fuerza. Se envían contingentes militares; uno, dirigido por Pascual de Liñan, destinado a México; otro, al mando de Pablo Morillo, en dirección a Venezuela. Estas tropas se unen a las fuerzas que Abascal tiene en Lima y a las de Callejas en México. Mientras Morillo domina Venezuela y Nueva Granada, se sofoca el movimiento popular en Nueva España.La Restauración adquiere así el carácter de Pacificación, dando forma a las Guerras de Independencia, generalizadas en América. Ellas tuvieron por consecuencia la aparición de fenómenos que habrían de marcar fuertemente la historia posterior: militarismo, caudillismo y terrorismo, ante el cual las masas de indiferentes se unen a la causa independentista; resentimientos sociales y restablecimiento de antagonismos raciales; desaparición, en algunas regiones, de fuertes sectores sociales dirigentes; desprestigio de la institución monárquica y, su contrapartida, la aceptación sin mayor reflexión ni crítica del sistema republicano, aceptado y proclamado en los Congresos de Apatzingán ( 21/Oct./1814 ); Tucumán ( 9/Ago./1816 ) y Angostura ( 9/Ago./1919 ).
La Reconquista Española o la Restauración en Chile
La batalla de Rancagua permitió al ejército realista restaurar la autoridad virreinal. Políticamente se vuelve a la situación anterior al establecimiento de la Junta de Gobierno de 1810.Mientras los más comprometidos con el movimiento emigran a Mendoza, Mariano Osorio, el triunfador de Rancagua, reinstala la Real Audiencia, cierra el Instituto Nacional, creado por la Junta de 1813, e inicia una política de concordia y buen ánimo. Al poco tiempo, sin embargo, impulsado por el virrey de Lima, se vio obligado a actuar con rigor. Creó los tribunales de vindicación, ante los cuales los habitantes debían acudir a testimoniar su adhesión al rey.
Pero la medida que provoco verdadera alarma y le enajeno la confianza del pueblo, fue el apresamiento de varios vecinos respetables de la ciudad de Santiago, algunos ya ancianos, acusados de haber tomado parte activa en los sucesos de la Patria Vieja. El traslado de éstos a la isla de Juan Fernández, entonces temido lugar de presidio, causó honda conmoción en la población que vio en este hecho un acto de cruel tiranía.La política represiva se acentuó aún más con el cambio de gobernador.
A fines de 1815, Osorio fue reemplazado por Casimiro Marcó del Pont, quien, asesorado por los Talaveras de la Reina, capitaneados por Vicente San Bruno y ante el temor de una invasión desde Mendoza, donde se preparaba el Ejército de los Andes, creó los tribunales de vigilancia para conocer las denuncias sobre actos desfavorables al régimen.Por efecto de éstas y otras medidas de represión, se formó un ambiente de delación y represalia, temor y odio. El sentimiento separatista, exclusivo de los sectores sociales altos en tiempos de la Patria Vieja, a consecuencia de las torpezas y excesos cometidos por la autoridad virreinal, prendió en el pueblo; justo en el momento en el momento en que se identificaban las nociones de gobierno tiránico y Rey tirano. El sentimiento de adhesión a la autoridad al modo como se desarrolló en la Colonia, personificada a través del Rey, había muerto.Como contrapartida, se favorece la llegada del ejército de San Martín, del que se tiene noticia por el guerrillero Manuel Rodríguez, joven inquieto y romántico, audaz enlace entre uno y otro lado de la cordillera, quien con sus correrías provoca desconcierto en el bando realista. En efecto, llegados O'Higgins y Carrera a Mendoza con el resto del ejército, se une a aquél José de San Martín, gobernador entonces de la provincia de Cuyo. Acariciaba éste el propósito de liberar América del Sur. Para ello era necesario atacar el centro de las fuerzas realistas que se encontraba en el Perú. Se dio la tarea de formar un ejército, independizar a Chile y marchar por vía marítima con destino a la capital del virreinato.Con este fin se organizó el Ejército de los Andes. San Martín y O'Higgins y otros militares destacados, cruzan la cordillera en enero de 1817 y, el 12 de febrero del mismo año, derrotan al ejército realista en la batalla de Chacabuco. Se pone fin al poder de la Monarquía española en Chile y se inaugura la llamada Patria Nueva.

La Patria Nueva


El Gobierno de Bernardo O’HigginsTriunfante el ejército patriota en Chacabuco, el pueblo de Santiago, reunido en Cabildo abierto, nombró en el cargo de Director Supremo a don Bernardo O’Higgins Riquelme. La aristocracia entregaba el poder a la única fuerza que en esos momentos aparecía en condiciones de ejercer la soberanía. Pero, a causa de los excesos cometidos por el Director, molesta por los desaires de que la hizo objeto, seis años más tarde, en otro cabildo abierto, le quitaba el poder.
Personalidad de O’Higgins
Cuantos se han referido a la personalidad de O’Higgins, han destacado la influencia de su ascendencia irlandesa y la hispano-criolla, las cuales le llegan claramente diferenciadas. De aquélla procede la tenacidad de su acción, firmeza de convicciones, entrega al ideal forjado, persistencia en el objetivo propuesto, circunspección de carácter. De ésta, la impetuosidad de sus reacciones, su apasionamiento respecto de las personas, violencia en no pocos de sus actos.Tales notas se condicionaban a los sentimientos orientadores de su actividad política: fe en la independencia y los beneficios que ella reportaría para mejorar la sociedad con la ayuda de leyes sabias; odio al pasado, a España y españoles; desprecio por la aristocracia; confianza en el americanismo.
Los conceptos de lealtad, honor, deber, moralidad, definen su ética de ciudadano. Voluntad, optimismo, osadía, son cualidades que explican su actuación como soldado.Pensamiento Político de O’HigginsLas ideas políticas de O’Higgins se modificaron con el tiempo. A comienzos de la revolución era un convencido del sistema republicano democrático. Discípulo de Miranda, recogió, a través de éste, la filosofía política del siglo XVIII; sin embargo, su ideario no lo formó en la lectura de los tratadistas sino en la experiencia lograda en Inglaterra. Admirador del parlamentarismo inglés, quiso establecer en un principio la democracia y, en tal sentido, se mostró partidario en 1810 de reunir a un Congreso.
Los hechos pronto lo convencieron de que no era posible establecer el sistema por él propiciado: no había tradición política, el pueblo carecía de virtudes cívicas, no existían hábitos arraigados de gobierno democrático. El fracaso de la Patria Vieja, debido más que nada a la rivalidad de grupos familiares y de partido, la anarquía observada en la región del Plata, el contacto con los militares argentinos, monarquistas y autoritarios y el propio ejercicio de mando en la vida militar, lo inclinaron al gobierno personalista. Aunque su pensamiento continuó siendo republicano, hasta el punto de rechazar los planes monárquicos de San Martín, optó por una autocracia patriarcal, fórmula que recuerda los gobiernos del despotismo ilustrado, cuando opinó que:‘Nuestros pueblos no serán felices sino obligándolos a serlo’.
El tipo de gobierno instaurado por O’Higgins fue el de una dictadura de corte civil. En su ejercicio afianzó la independencia al eliminar los últimos restos de ejército realista en territorio continental y al formar la Escuadra Libertadora del Perú. También ensayó política y administrativamente a la nación con la dictación de las Constituciones de 1818 y 1822. Por último, cabe destacar su empeño en transformar la sociedad chilena de caracteres coloniales. Reformas que, al herir los intereses y sentimientos de la aristocracia, provocaron la oposición de esta, con su consecuencia, la abdicación de O’Higgins al cargo de Director Supremo (28/enero/1823).


miércoles, 23 de mayo de 2007

PERIODO COLONIAL






La Colonia

es el nombre dado al periodo de la historia de Chile que comprende los siglos XVII, XVIII y los primeros años del siglo XIX. Este periodo comienza una vez finalizado el periodo de la Conquista de Chile y finaliza al realizarse la primera Junta de Gobierno.
Durante este periodo Chile estuvo bajo la soberanía de
España, su Metrópoli. Esta época se caracterizó por:
La creación de una organización institucional muy compleja;
El mestizaje y el sincretismo cultural.

Administración colonial





Desde España el máximo soberano de las colonias era el rey, la cabeza de una monarquía absoluta, bajo su mando habían dos instituciones: el Consejo de Indias y la Casa de Contratación. El Consejo de Indias era un organismo ubicado en Madrid, creado en 1524. Su función era asesorar al rey en el nombramiento de funcionarios destinados a América y en la creación de leyes; ejercer como máximo tribunal de justicia para América; vigilar la aplicación del derecho a patronato (Derechos del estado por sobre la iglesia católica para el nombramiento de autoridades eclesiásticas y definir lugares para construir templos, monasterios, etc.) y realizar juicios de residencia (evaluación que se hacía a todos los funcionarios de américa al terminar su mandato). La Casa de Contratación era un organismo creado en 1503, en Sevilla. Se encargaba del comercio, de supervisar el monopolio comercial que España tenía sobre Chile y sus otras colonias y de vigilar la llegada de colonos a América.
En
América el máximo representante del rey era el Virrey, quien tenía atribuciones judiciales y administrativas, bajo su mandato estaban gobernaciones y capitanías generales. El virreinato bajo el cual estaba la Capitanía General de Chile era el de Perú. El gobernador a cargo del reino de Chile tenía funciones gubernativas, militares y económicas. Su deber era velar por la seguridad del territorio y ejercer el vicepatronado(ejercía el derecho a patronato en situaciones más cotidianas). También, se encargaba de presidir la Real Audiencia, máximo tribunal de justicia en territorio chileno. Este organismo era el consejo asesor del gobernador, y podía ejercer su cargo momentáneamente si él moría o renunciaba. Además de él, participaban cuatro oidores, quienes se encargaban del cumplimiento de las leyes indígenas. Por la división del territorio en provincias, se necesitaba a alguien que se hicera cargo de ellas: el corregidor, quien tendría als mismas atribuciones que el gobernador pero en un territorio más reducido. Y por último estaba el cabildo, grupo que representaba y defendía a los vecinos españoles. Su rol era preocuparse por el aseo y ornamento de la ciudad; de la salud pública e instrucción primaria y del abastecimiento de alimentos

Cambios políticos del siglo XVIII

Felipe V o de Anjou, primer rey Borbon
En el siglo XVIII España cambió de casa dinástica, ya no eran los Hasburgos quienes reinaban, eran los Borbones Ellos hicieron muchos cambios para intentar mejorar el sistema colonial, basados en el
despotismo ilustrado, los cuales podemos clasificar en:
Económicos: Para el buen funcionamiento del monopolio comercial se necesitaba terminar con el contrabando, por lo que los Borbones abren más puertos, como el de
Valparaíso y Talcahuano, aumentando la variedad de productos y permiten el comercio entre colonias, antes prohibido.
Administrativos: Para hacer más eficiente el gobierno los Borbones deciden crear unidades políticas y administrativas más pequeñas. Por lo que surgen las intendencias, división de las capitanías generales, entre ellas la de
Concepción y Santiago. Además, con el mismo fin se fundan ciudades, como Rancagua y Talca.

La iglesia en la colonia

Durante esta época su poder era muy reducido, ya que la Corona Española conquistó América con la misión de evangelizar, por lo tanto, asumió ciertos derechos sobre la Iglesia, que en España contaba con un gran poder y en Europa en general, para poder cumplir su rol. Entre ellos, el derecho a Patronato. Éste consistía en una serie de atribuciones que el rey de España tenia sobre la administración de la Iglesia entre los cuales le permitía a la corona nombrar autoridades eclesiásticas y elegir los lugares para construir templos, monasterios y escuelas a cargo de la iglesia, la recaudación y administración del impuesto que recibía la Iglesia (diezmo) y el derecho exequator, que le permitía autorizar o rechazar el paso a América de decretos papales. Pero aún así conservaron cierta influencia en la evangelización y en la educación. Las principales órdenes religiosas que se preocuparon por esos fines fueron: franciscanos, dominicanos y jesuitas. Estos últimos se destacaban por la preparación de sus miembros, su importante rol evangelizador, sus riquezas, sus tierras y su producción. Pero en 1767 la Corona los expulsa de América debido a algunos conflictos que se habían desarrollado entre ellos y las otras órdenes religiosas.



Estructura social







A la cabeza de la rígida estructura social estaban los españoles, grupo minoritario de la sociedad colonial, pero dominante de la aristocracia. Ellos ocupaban importantes cargos públicos y del ejército. Sus descendientes en estado puro (y legítimos) se llamaban criollos, también, gran parte de ellos, de la aristocracia. Estos eran los dueños de las tierras y dominaban la mayoría de las actividades productivas. Algunos integrantes de este grupo con fuerte poder socio-económico, pero no político, lograban ocupar cargos públicos, pero de mediana o poca importancia. Al terminar el período de la Colonia, la mayor parte de este grupo era de origen septentrional (castellano y vasco principalmente). Debajo de esta aristocracia (de origen español septentrional) se encontraba una incipiente "clase media", principalmente de origen español meridional (andalúz y extremeño principalmente). El grueso de la población colonial eran mestizos, nacidos de relaciones español-indígena o criollo-indígena, aunque al avanzar el período colonial, y con la extinción de los indígenas en las áreas bajo dominio español, sigue su curso el proceso de mestizaje, esta vez entre blancos y mestizos (aumentando así el porcentaje de sangre española en la población que habitaba estas áreas). Los mestizos trabajaban en diversas labores, como artesanos, militares de bajo rango, comerciantes, etc., aunque principalmente en la agricultura (como mano de obra, a través del "inquilinaje", institución que a su vez reemplazó a las "encomiendas" debido a la extinción de los indios en las áreas bajo dominio español). Por la inexistencia de una legislación que los protegiera, a pesar de ser libres, eran fuertemente discriminados, por lo que no participaban en actividades políticas ni administrativas. Los indios (también llamados "naturales") eran considerados menores de edad, por lo que existía una legislación que, a diferencia del grupo anterior, los protegía. Pero a pesar de eso no fueron muy respetados ni tuvieron derecho a participación política. Al llegar el siglo XVIII se produjo su extinción en las áreas bajo dominio español. El único grupo en la escala social que estaba más abajo que ellos, pero en presencia muy reducida, eran los esclavos negros, quienes se encargaban de los trabajos domésticos. Al terminar el período colonial, los negros en estado puro o casi puro representaban un pequeñísimo porcentaje de la población, no tanto así los "pardos" (mulatos y zambos).



Guerra de Arauco

Esta guerra comenzó en 1598 con un periodo llamado La Mano Dura. Esta etapa se inicia con la realización un alzamiento indígena, en el cual se toman siete ciudades australes. Como respuesta, los españoles empiezan una guerra despiadada y violenta contra los indígenas, tomando la medida de esclavizar a los indios rebeldes. En 1605 la Corona determina el fin de la esclavitud, pero en 1608, Felipe III permite la esclavitud de los indios cogidos en guerra. En 1612 termina esta etapa dando inicio a La Guerra Defensiva. El jesuita Luis de Valdivia fue asesor del gobernador García Ramón. Juntos intentaron suprimir el servicio personal de indios pacíficos. Por su fracaso, el jesuita elaboró un plan de guerra defensiva, que consiste en: suprimir la esclavitud; reconocer la independencia del pueblo Mapuche, con el río Bio-Bio como frontera y solo los sacerdotes en misión evangelizadora pueden traspasarla. El consejo de Indias aprobó esta propuesta y la guerra se transformó en defensa de la frontera. Pero muchos sacerdotes fueron asesinados por el rechazo departe de los indígenas a la iglesia católica, por lo que dejó de utilizarse este sistema, decisión tomada por el nuevo rey: Felipe IV. En 1625, con el término de esta etapa comenzó otra: El Regreso de la Mano Dura. El nuevo monarca restableció la esclavitud de indios rebeldes que no entregaran las armas en 2 meses, retomando la violencia inicial sin favorecer considerablemente a ningún bando. En 1639 el Marqués Baides asumió el gobierno de Chile y decidió buscar la paz mediante Los Parlamentos. Estás juntas entre caciques y gobernadores se hacían periódicamente en tierra neutral, donde pactaban condiciones para el fin de la guerra, evitando alzamientos generales. En 1655 por la deshonestidad de un gobernador, se produce un alzamiento indígena, que marca el comienzo de La Guerra Estabilizada. Durante este periodo la guerra está en empate, debido a disminución del número de indígenas, la decadencia del espíritu guerrero y al cambio de mentalidad de los bandos (españoles prefieren comercializar que luchar con el enemigo e indígenas hacen solo ataques sorpresivos para destruir, robar y capturar). En 1674 ocurre la abolición de la esclavitud, de a poco, las relaciones fronterizas se hacen más coordiales, hasta que en 1700 se termina la guerra.

Economía colonial

En los inicios de la colonia, en el siglo XVI la economía se basaba en la Encomienda. Este sistema consistía en que a un encomendero se le asignaban un grupo de indígenas que trabajaban para él y defendían el territorio de la Corona. A cambio, el encomendero les daba protección, evangelización, vestuario y alimento. Por la progresiva disminución de indígenas este sistema ya no era sustentable, por lo que La Hacienda, en el siglo XVII, se transforma en la base de la economía rural. Estos grandes terrenos, en que se realizaban actividades agropecuarias, tenían talleres para la fabricación de los elementos que necesitaban, por lo que la hacienda era capaz de autoabastecerse. El hacendado, generalmente criollo, estaba a cargo de su hacienda. Él se encargaba de contratar inquilinos y peones como mano de obra. Los primeros trabajaban en faenas productivas y protegían los límites del territorio, a cambio, recibían una tierra para vivir, cultivar y criar ganado. Los segundos, solían vagabundear por los campos, buscando trabajo en las haciendas durante los tiempos de cosecha.
En el siglo XVI el mercantilismo, sistema económico optado por la Corona, fomentó la minería, específicamente, la obtención de metales, para poder enriquecer a la Metrópoli. Se encontraron numerosos lavaderos de oro en diferentes lugares de Chile, pero a finales de la 1580, las minas se comienzan a agotar y además, por la disminución indígena, se produjo falta de mano de obra, por lo que la producción decae. La explotación de cobre en (Copiapó y Aconcagua), oro y plata continúa, pero en mínimas proporciones, utilizándose para fabricar monedas, vajillas, joyas, cañones, campanas y utensilios domésticos.
En cuanto a la actividad agrícola-ganadera, en el siglo XVI era bastante avanzada, se cultivaba papa, maíz, quinoa y zapallo, y habían caballos, vacuno y chancho, animales agregados por el español, como ganado. En el siglo XVII y XVIII la ganadería y su industria adquiere mayor importancia. Además, aumenta la producción de trigo y cereales para abastecer al mercado peruano. Con al aprobación de la ley de liberación de impuestos al trigo y harina, se fomentó la exportación.

Importantes gobernadores

En el siglo XVIII Chile tuvo importantes gobernadores, muchos de los cuales llegaron a ser virreyes de Perú. Por ejemplo, el irlandés Ambrosio O'Higgins. España lo había enviado a América para asumir varios cargos menores, hasta que en 1787 se transformó en gobernador de Chile. Se destacó por ser el mayor representante en Chile del despotismo ilustrado; eliminar al Encomienda, en 1789; construir muchas obras públicas, como el camino de Santiago a Valparaíso y los tajamares del río Mapocho; avanzar la construcción de La Moneda y embellecer a Santiago. Durante una relación pasajera con Isabel Riquelme, Ambrosio tiene a un hijo llamado Bernardo O'Higgins, quien será un líder independentista durante su virreinato.

jueves, 12 de abril de 2007

Biografía de Pedro de Valdivia


Datos biográficos
Originario de Villa Nueva (algunos dicen que de Villa de Castuera), en Serena de Extremadura (España), su fecha de nacimiento, se supone, fue alrededor del año 1500. Hijo de Pedro Oncas de Melo e Isabel Gutiérrez de Valdivia.
En 1520 se alistó en el ejército, prestando servicios al rey Carlos I de España (emperador Carlos V de Alemania) en Italia, Países Bajos y Francia.
Abandonó el servicio militar en 1525 y se casó con Marina Ortiz de Gaete, matrimonio del cual no hubo descendencia. Sin embargo, su espíritu aventurero le llevó a enrolarse, en 1535, en una expedición hacia Venezuela dirigida por Juan Fernández de Alderete.
En 1536, fue enviado a Perú, para auxiliar a Francisco Pizarro, quien estaba combatiendo una insurrección indígena. Su participación en este conflicto fue recompensada con valiosas encomiendas (asignación de indios). Valdivia desecharía estas riquezas con el fin de iniciar una nueva empresa: la Conquista de Chile.

Biografía de Diego de Almagro

DIEGO DE ALMAGRO



Datos biográficos :
Nació en la Villa de Almagro (de donde tomó su apellido), en la provincia española de Ciudad Real, hacia 1479. Fue hijo de Elvira Gutiérrez y de Juan Montenegro, quienes no llegaron a casarse. Por ello su madre decidió enviarlo al cuidado de Sancha López del Peral.
A los cinco años de edad, quedó al cuidado de su tío materno, Hernán Gutiérrez, de cuya casa huyó a la edad de 15 años.
De ahí se fue a Sevilla, donde trabajó como criado de Luis de Polanco (uno de los alcaldes de aquella ciudad). Mientras desempeñaba esta ocupación, Almagro acuchilló a otro criado, dejándolo con heridas tan graves que no quiso enfrentar un juicio, por lo que huyó a Andalucía, donde vagó por un tiempo hasta que decidió volver a Sevilla y partir a América.
Las riquezas del Perú
Almagro llegó a América el 30 de junio de 1514, con la expedición que, bajo el mando de Pedrarias Dávila, conquistó Panamá. Allí conoció a Francisco Pizarro, quien llegaría a ser su socio (junto al clérigo Hernando de Luque) en una serie de proyectos, siendo el más grande de ellos la Conquista del Perú (1532).
La amistad entre Pizarro y Almagro empezó a quebrarse en 1529, cuando el primero, a nombre de todos los inversionistas, firmó con el Rey la Capitulación de Toledo. Esta era un instrumento mediante el cual la Corona autorizaba la Conquista del Perú y se fijaban las recompensas que cada uno de los socios recibiría. Con anterioridad, estos se habían comprometido a repartir en forma equitativa los beneficios. Sin embargo, Pizarro logró una mayor cantidad de premios y títulos. A pesar de ello, Almagro obtuvo una importante fortuna y la gobernación de Nueva Toledo, que, según la Capitulación, comprendía las tierras ubicadas entre El Cuzco y Taltal.

miércoles, 11 de abril de 2007

Una visión diferente del Descubrimiento de America

Conquista de Chile


La expedición conquistadora

Tres años después del regreso de Almagro, en 1539, Pedro de Valdivia -experimentado soldado y maestro de campo de Francisco Pizarro en la guerra contra Almagro- solicitó a su capitán y gobernador permiso para realizar una expedición a Chile. Esto, porque el rey Carlos V había autorizado a Pizarro para hacer explotar la Nueva Toledo, tras la muerte de Diego de Almagro. Francisco Pizarro accedió, nombrando a Valdivia teniente de gobernador; pero dejó en sus manos organizar y pagar la fuerza con la que “se terminaría la ocupación del imperio Inca”.



Para financiar la campaña, Valdivia utilizó los bienes que obtuvo por su intervención en la rebelión de los incas en el Cuzco: el valle de La Canela y una mina de plata. Sin embargo, no fue suficiente. Se asoció con un rico comerciante español, Francisco Martínez, con el que se repartirían a medias lo que encontraran. Esta segunda expedición a Chile pretendía la conquista y fundación de asentamientos estables, por lo que se llevaron semillas y animales domésticos. Valdivia tuvo que compartir la expedición con Pedro Sancho de La Hoz, a quien Carlos V había concedido en 1539 la autorización para descubrir y gobernar las tierras situadas al sur del Estrecho de Magallanes y las islas a su alrededor. En el grupo también iba la viuda Inés de Suárez. Las noticias sobre la ausencia de grandes riquezas y las penurias del viaje afectaron el reclutamiento de soldados. La expedición salió del Cuzco en enero de 1540, con apenas once soldados y algunas decenas de indígenas, siguiendo la ruta del desierto por la que retornó Almagro.Durante el trayecto, se unieron a la columna algunos grupos de conquistadores que habían fracasado al interior de la actual Bolivia. Primero, fueron los 16 que llegaron con Rodrigo de Araya, después, unos 80 reunidos por Francisco de Villagra. En San Pedro se agregaron 25 españoles al mando de Francisco de Aguirre.Tras un intento de asesinato de Valdivia, Sancho de La Hoz fue apresado y obligado a disolver por escrito la compañía que traía con él, renunciando a los derechos que habían acordado repartirse. Después de expulsar a varios de sus cómplices, se reanudó la expedición.

Los comienzos de Chile

En Copiapó se agregaron 20 españoles más. Pedro de Valdivia había logrado reunir 150 hombres a pie y a caballo, y un gran número de indígenas. Con toda esta fuerza tomó posesión, en nombre del rey, del territorio que llamaría Nueva Extremadura, pues a esa distancia y latitud terminaban los derechos de Pizarro.Después de casi un año, en diciembre de 1540, la expedición llegó al valle del río Mapocho, primer destino de la conquista. Las condiciones del terreno, el clima, la abundante población, se prestaban para establecer una ciudad, que con el tiempo se convertiría en la capital de nuestro país. El 12 de febrero de 1541, Valdivia fundó Santiago del Nuevo Extremo en una especie de isla formada por los dos brazos del río Mapocho, a los pies del cerro Huelén -al que los españoles llamaron de Santa Lucía-. Escogió este lugar porque el río y el cerro eran protecciones naturales en caso de algún ataque.Solo unas semanas después, el 7 de marzo, Valdivia instaló el Cabildo -similar a las actuales municipalidades-, compuesto por dos alcaldes y seis regidores, que tomaban las decisiones para administrar la ciudad; un procurador, que recibía los deseos y reclamos de los vecinos; un mayordomo, que manejaba los fondos; un alguacil mayor, jefe de la policía y alcaide de la cárcel; un fiel ejecutor, que vigilaba que se respetaran los precios establecidos; y otros funcionarios menores. Los primeros alcaldes de Santiago fueron Francisco de Aguirre y Juan de Ávalos Jufré.Los soldados más destacados recibieron el título de cabildantes, especie de jueces encargados de administrar justicia. En junio de 1541, el Cabildo llamó a todos los vecinos a una asamblea, al saber de la posible muerte de Pizarro a manos de los almagristas y temiendo la pérdida de las encomiendas otorgadas por Valdivia. Lo nombraron Gobernador y Capitán General de Chile en nombre de Su Majestad y por la voluntad del pueblo. Al día siguiente, Valdivia agradeció a sus compañeros, repartiéndoles tierras (mercedes) e indios (encomiendas).

Decubrimiento de Chile


Descubrimiento de Chile
¿El paraíso escondido?


En la preparación de la campaña, Almagro gastó el oro y la plata que le correspondieron en el reparto del tesoro de Atahualpa. Equipó a alrededor de 500 españoles y reunió 1.500 yanacona -aborígenes al servicio de los conquistadores-, y 100 esclavos negros. Además, iban dos representantes del imperio inca -un miembro de la realeza cusqueña y el sumo sacerdote del templo del Sol-, encargados de predisponer favorablemente a las poblaciones indígenas que pudieran encontrar en el camino.La expedición salió del Cuzco el 3 de julio de 1535. El grupo recorrió la meseta boliviana a lo largo de la Cordillera de los Andes, hasta llegar a la altiplanicie de Laguna Blanca, desde donde cruzaron los Andes por el paso San Francisco, a más de cuatro mil metros de altura. El paso de la cordillera fue en extremo duro; muchos murieron, víctimas del frío, el hambre y los accidentes.Llegaron al valle de Copiapó a fines de marzo de 1536, donde fueron bien recibidos por los indígenas, por lo que permanecieron un tiempo para recuperarse. Pese a que habían traspasado los límites de la Nueva Toledo, Almagro y su hueste continuaron en busca de la riqueza que tanto ansiaban. En los valles siguientes, Huasco y Coquimbo, hubo sangrientos enfrentamientos con los indígenas.
La desilusión del valle centralFinalmente, y de manera pacífica, la expedición llegó al valle de Chile -nombre con el que se conocía al valle del río Aconcagua-. A su regreso al Perú, Almagro contribuyó a difundir el nombre Chile, hasta denominar así a la totalidad del país.Las zonas descubiertas eran de suelos ricos y climas más benignos; sin embargo, los lavaderos de oro parecían agotados y las noticias de lo que estaba más al sur excluían la existencia de ciudades. Por el contrario, daban cuenta de pueblos muy belicosos ante los que se había detenido la expansión incaica.Almagro decidió confirmar la información, enviando a un grupo de soldados encabezados por Gómez de Alvarado. Los exploradores no tuvieron contratiempos hasta cruzar el río Maule, donde se encontraron con los mapuche. En Reinohuelén, a orillas del río Itata, disputaron una encarnizada batalla, tras la que los indígenas emprendieron la huida, no sin antes ocasionar numerosas muertes. De regreso en el valle central, relataron lo ocurrido, con lo que la mayoría de los expedicionarios decidieron regresar al Perú. A comienzos de 1537, Almagro abandonó Chile atravesando el desierto de Atacama. A la ausencia de riquezas y el peligro mapuche, se sumó una buena noticia: el rey Carlos V había reconocido sus derechos sobre el Cuzco. Sin embargo, al llegar se encontró con la ciudad sitiada por los incas; y, después de contener la insurrección, con la guerra con Francisco Pizarro y sus hermanos (Hernando y Gonzalo), quienes lo vencieron en el campo de Las Salinas (6 de abril de 1538). Tres meses más tarde, el 8 de julio, murió decapitado.